Las ideas en préstamo


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Autor

Alexánder Sánchez Upegui
Director de la Revista Virtual
Fundación Universitaria Católica del Norte
asanchezu@ucn.edu.co

“La poesía es de quien la necesita”, afirma el protagonista de la película El Cartero, un joven llamado Mario, quien para conquistar a la mujer de la cual está enamorado recurre a las metáforas de Pablo Neruda y las hace suyas. No es difícil imaginarlo leyendo en el atardecer costero de Isla Negra algo como esto: Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose, lento juego de luces, campana solitaria, crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca, caracola terrestre, en ti la tierra canta!

Digamos que la afirmación que encabeza el párrafo anterior es parcialmente cierta, pues de un lado el arte es un patrimonio de la humanidad que, de acuerdo con Octavio Paz, “pretende darnos un testimonio terrenal de una experiencia”; y de otro, es una creación individual que debe utilizarse desde un principio de honestidad intelectual.

Cierto: las ideas no son de todo el mundo como a veces suele creerse. Aunque las podamos utilizar con fines nobles -al igual que en los versos anteriores-, éstas tienen dueños.

El aspecto ético

Dejando de lado estas particularidades del séptimo arte, continuemos con este tema de la propiedad intelectual bastante sensible en el ámbito académico.

En el afán de terminar una redacción, elaborar un texto guía para un curso, estructurar un informe de gestión, conquistar una nota o un lector, hay autores que se apropian de ideas, diseños metodológicos, frases o datos, ya sea por desconocimiento de las formas de documentación (citas, resúmenes, paráfrasis) o de una manera deliberada.

En ambas situaciones hay un problema ético: o bien el de pensar exclusivamente por mente ajena (algo bastante diferente a organizar las voces para construir un discurso definido) o el de apropiarse de manera indebida de lo que otro ha construido, investigado o comprendido. Digámoslo sin ambages: tomar información de una fuente y presentarla como propia es, sin lugar a dudas, plagio 1.

Al indagar sobre este tema, el periodista Javier Darío Restrepo nos dice que en 30 códigos de ética periodística de todo el mundo existe una condena directa a esta conducta que,

en algunos casos, se equipara al soborno y a la calumnia y en otros se califica como odiosa, abusiva y deshonrosa. ¿Por qué tanta severidad? Porque compromete la verdad; es un intento de engaño al lector [….] También por una razón de justicia, porque es apropiarse del trabajo de otro. Al tomar un texto ajeno, sin citar a su autor, la injusticia es doble: se le niega al autor el derecho adquirido por su trabajo y, además, se obtiene un lucro por un trabajo que hizo otro 2.
 

Incluso, en el ámbito literario se pueden encontrar situaciones que reprueban esta conducta. Por ejemplo, el famoso Harry Haller, el Lobo Estepario, al referirse a ciertos artículos publicados en los periódicos, manifiesta su decepción al encontrar textos “a medias plagiados de muchos artículos parecidos de la prensa” 3. Es sabido que nadie redacta tal mal como quien práctica el hurto intelectual. La escritura exige “pulcritud y cuidado”.

El aspecto legal

En Colombia, la Ley 23 sobre Derechos de Autor dice que se puede citar siempre y cuando los apartes transcritos “no sean tantos y seguidos que razonadamente puedan considerarse como una reproducción simulada y sustancial, que redunde en perjuicio del autor de la obra de donde se toman. En cada cita deberá mencionarse el nombre del autor de la obra citada y el título” 4. En el caso de la Fundación Universitaria Católica del Norte, en su Reglamento estudiantil (Art.31) se considera como fraude la copia textual de trabajos o evaluaciones, lo cual implica sanciones de tipo académico.

Nota al Pie
Carrillo, Néstor. Cuidado con el plagio. En: Boletín del Departamento de Gramática, No. 1. (Ago.-Sep. 2004). Disponible en: http://www.usergioarboleda.edu.co/gramatica/boletin_1_plagio.htm Consultado: 15 de febrero de 2005.

Nota al Pie
Restrepo Javier Darío. Los dueños de las ideas. En: SOHO [en línea]. Disponible en: http://soho.terra.com.co/soho/articuloView.jsp?id=2589 Consultado el 15 de febrero de 2005.

Nota al Pie
Ley 23, modificada y adicionada por la Ley 44 de 1993, Capítulo III, llamado: De las limitaciones y excepciones al derecho del autor.

Nota al Pie
Restrepo Javier Darío. Los dueños de las ideas. En: SOHO [en línea]. Disponible en: http://soho.terra.com.co/soho/articuloView.jsp?id=2589 Consultado el 15 de febrero de 2005