Autor Alexánder Sánchez Upegui Coordinador de Comunicación Social Christian Metz es un maravilloso didáctico: al leerlo uno lo sabe todo, como si lo hubiera aprendido por sí mismo, No es difícil hallar el secreto de esta eficacia: cuando Metz enseña un saber, una clasificación, una síntesis, cuando expone conceptos nuevos pone siempre de manifiesto, gracias a la perfección didáctica del enunciado, que se está enseñando así mismo lo que se supone que debe comunicar a los otros. Roland Barthes.
Resumen. Se abordan varios aspectos referidos a la comunicación con el fin de suscitar entre la comunidad académica, particularmente entre los tutores virtuales, una reflexión sobre esta competencia, la cual es básica en el diseño de cursos e-learning. Palabras y expresiones clave: Docencia virtual, competencia comunicativa, planificar la comunicación, escritura en la virtualidad. Cartografía inicial: comunicar y escribir Esta práctica declinó a fines de la Edad Media hasta casi desaparecer; luego, con el surgimiento de la sociedad industrial, regresó transformada radicalmente, de tal suerte que el antiguo estudio de la naturaleza derivó en una explotación incontrolada de los recursos naturales 1, mientras que el lenguaje pasó a ser un mero “instrumento al servicio de hipótesis y operaciones”. Sin embargo, hoy en día desde la perspectiva de la bioética 2, del pensamiento complejo y de las competencias está empezando a revivir nuevamente el legado de aquellas antiguas comunidades de aprendices y maestros, de tal suerte que a la exploración del cosmos y del microcosmos hoy en día le corresponde, de manera análoga, una nueva perspectiva y uso del lenguaje, (BARTHES, 1994: 33). 3 Y es precisamente sobre estas nuevas perspectivas y actitudes con respecto al uso del lenguaje que nos ocuparemos -quizás de manera fragmentaria y genérica- de aquí en adelante, mediante la reflexión acerca de la adecuada comunicación y escritura en el contexto de la práctica académica y la docencia universitaria en ambientes virtuales |
Nota al Pie
1 La sociedad cree pertenecer de manera fugaz a un mundo que ha venido a utilizar y a dominar: la sociedad actual concibe a la naturaleza como algo que sólo se justifica por su utilidad comercial. De ahí que se ha “llegado a creer que en verdad el agua, móvil, transparente y melodiosa fuente de nuestras vidas y de nuestros sueños, ese misterio que declina presuroso en los ríos y asciende borrosamente en vapores y se enciende en indescriptibles atardeceres y se precipita en la catástrofe intemporal de las tormentas, en la voracidad del granizo, en el silencio y la nieve, que es furia mortal en los remolinos y pequeña evidencia del alma en las lágrimas, esa turbulenta y multiforme presencia de algo primitivo y fecundo no es más que H2O”, (OSPINA. 1994, p.61-69).
2 La bioética, concebida por el bioquímico estadinense Van Rensselaer Potter a comienzos de la década del 70, es una disciplina que plantea sus puntos de vista frente a múltiples temas, entre ellos, la biotecnología, proyecto genoma, clonación, eutanasia, sida, inseminación artificial, fecundación In Vitro, drogadicción, familia, indigencia y medio ambiente. El término, de origen griego, alude a dos conceptos importantes: bios, que significa vida; y ethos, ética. El significado etimológico es “ética de la vida”.
3 El diseño de los gráficos de este ensayo estuvo a cargo del Esp. Nelson Roldán López, Coordinador del Centro de Desarrollo Virtual e integrante del Comité Curricular de Comunicación Social, FUCN. ndroldan@ucn.edu.co