Teletrabajo, una opción de productividad y eficiencia real para las organizaciones

Eduardo Castillo Builes

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Eduardo Castillo Builes
Director Académico de Educación Superior
Fundación Universitaria Católica del Norte
Administrador de Empresas  
Especialista en Auditoría de Sistemas, Universidad Eafit  
Especialista en Pedagogía de la Virtualidad
Fundación Universitaria Católica del Norte
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Asistimos hoy al crecimiento de diferentes estrategias empresariales que están permitiendo a personas la inserción en los mercados laborales locales, nacionales e internacionales, mediante las posibilidades de las tecnologías de la información y comunicación, TIC. En consecuencia, aquello realmente novedoso se focaliza en que dichas personas pueden laborar hoy sin necesidad de desplazamiento hasta las oficinas o lugares de funcionamiento de la empresa, es decir sin la presencia física. En concreto, nos estamos refiriendo a la modalidad laboral denominada teletrabajo.

De acuerdo con el anterior contexto, el teletrabajo gana espacios de forma gradual y rápida, presentándose inicialmente como una opción adicional para personas que ya tienen contratos laborales y que les permite acceder a ingresos económicos extras a sus trabajos, para realizar otra serie de actividades en horarios extendidos nocturnos o incluso en fines de semana. Esta práctica que ya está bastante posicionada en países como Noruega, donde las estadísticas actuales indican que hasta el 70% de sus empresas cuentan dentro de sus comunidades laborales con algunos teletrabajadores, está siendo analizada por otros países para poder determinar cuáles son los aspectos fundamentales que deben ser tenidos en cuenta, para asegurar procesos laborales con altos índices de desempeño, es decir, con alta productividad y eficiencia, que redunden en beneficios tanto para el empleador como para el empleado.

Con base en la experiencia que ha venido implementando la Fundación Universitaria Católica del Norte (pionera en educación virtual en Colombia)  sobre todo con funcionarios que prestan sus servicios a la academia como facilitadores virtuales (docentes o profesores) y que hasta el momento ha sido bien exitosa, podemos decir que el teletrabajo es una figura que puede implementarse, más que por normatividades y leyes nacionales, por decisiones administrativas de dirigentes que con mente abierta, liderazgo y capacidad de asumir riesgos, prueban modelos, que como la misma educación virtual, se posicionan en el tiempo de manera exitosa.

Adicional a lo anterior, Colombia es de los pocos países a nivel mundial que ha generado propuestas de leyes sobre este tema. Por eso, en julio de 2008 el Congreso de la República de Colombia expidió la Ley 1221, que define el teletrabajo “como una forma de organización laboral, que consiste en el desempeño de actividades remuneradas o prestación de servicios a terceros mediante soportes TIC,  para el contacto entre el trabajador y la empresa, sin requerirse la presencia física del trabajador en un sitio específico de trabajo” (Servicio Nacional de Aprendizaje [SENA], 2008).